La naturalidad, la espontaneidad y la magia de los pequeños detalles nos hace ver las cosas desde otra perspectiva.

Evolucionamos sin ceñirnos a lo de siempre para captar y contar como sois.

La sesión de exterior da más margen a la libertad, espontaneidad y naturalidad del niñ@. Y eso nos encanta. Podréis saltar, correr, jugar… Todo cuanto queráis. Que sean ellos mismos es nuestra única premisa. Los atardeceres son preciosos, pero los días nublados y con viento también tienen su propia luz especial y diferente. Nos gusta que, para ellos, además de unas fotos, sea una experiencia.

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